Si tu hijo no quiere estudiar una carrera…
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Gap Year: un año aprendiendo inglés en el extranjero para madurar y tomar perspectiva de futuro.
Los años de Bachillerato son un momento decisivo en la vida de todos los jóvenes. La presión, el amplio abanico de opciones y la infinidad de dudas que ello genera hacen de esta etapa un tiempo difícil. Y, especialmente en la actualidad, donde parece que los puestos de trabajo que más llaman la atención no siempre son resultado de cursar un grado universitario. Y ahí llegan las dudas.
En la época de las nuevas tecnologías, con las ingenierías a la cabeza de las carreras con más futuro, y en la que emergen a diario nuevas “profesiones del futuro”, cuesta estar al día y decidir. Por todo esto, es habitual encontrar jóvenes que no tienen claro que su futuro profesional pase por ir a la universidad. Al menos, no inmediatamente. Quizás quieren descubrir primero cuáles son las opciones, más allá de la universidad, qué les gusta, en qué “son buenos”. A lo mejor lo que necesitan es darse de frente con la vida real para darse cuenta de que sí precisan una base de estudios universitarios para afrontar el panorama profesional actual. O puede ser que únicamente necesiten tiempo y desconexión de unos años tan exigentes a nivel psicológico y formativo.
El motivo más habitual por el que se da esta situación es porque no saben qué es exactamente lo que les gusta o lo que quieren hacer. Y el hecho de que quieran pararse a pensarlo es bueno. También es una opción válida. Sin embargo, poner el freno a la universidad no quiere decir quedarse en casa. Es importante ofrecer alternativas que encajen con este momento vital.
En la mayoría de países europeos, como Alemania u Holanda, todos los jóvenes pasan un Gap Year antes de entrar a la universidad. Un año único en sus vidas que les aporta madurez, autoconocimiento e idiomas. EF lleva 58 años impulsando a los jóvenes estudiantes a crear su futuro mientras aprenden inglés en el extranjero gracias a Gap Year. Se trata de la experiencia de vivir un año en una ciudad europea para adquirir el certificado MCER, avalado por el Marco Común Europeo de Referencia y convivir con jóvenes de más de 100 nacionalidades distintas. Todo ello con alojamiento propio incluido, seguro de viaje y un tutor que asesora y acompaña al alumno en cada paso.
Un año aprendiendo inglés en el extranjero para madurar y tomar perspectiva de futuro. Una alternativa a la universidad.
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