¿Cómo aprender a hablar chino?

El método más directo para aprender a hablar chino es matricularse en un programa de inmersión en China, donde vivirás con una familia china, compartirás sus comidas y tendrás clases de chino a diario. Al combinar la máxima exposición al idioma con la enseñanza y la práctica del mandarín, puedes aprender a hablar en chino en el menor plazo de tiempo posible.

Los programas de inmersión en chino son adecuados para estudiantes de cualquier nivel, desde el más elemental al avanzado. Los principiantes aprenden frases muy sencillas de uso cotidiano en mandarín y las emplean con la gente local. Pasar de sentirse como un extranjero total a recorrer una ciudad con cierta confianza en cuestión de semanas es una sensación muy estimulante. Los alumnos de niveles intermedio y avanzado adquieren mayor seguridad hablando chino en China, sobre todo si solamente estudiaron el idioma en las aulas. Cualquiera que haya aprendido un idioma conoce el shock que supone verse inmerso en la realidad de esa lengua… Todas las horas invertidas en memorizar caracteres dan fruto de repente cuando el idioma cobra vida a tu alrededor.

Claro que no todo el mundo tiene los medios o el tiempo necesarios para viajar a China. Si es tu caso, la pregunta de cómo aprender a hablar chino mandarín también tiene respuesta. Intenta aprender algo de chino básico por Internet, mediante tutoriales en vídeo, sitios web y podcasts. Hay mucho material gratis disponible y muchísimo más si tienes fondos para pagar suscripciones. Para aprender chino con este método hay que estar motivado y estudiar de forma autónoma, pero teniendo poco dinero, es la única opción.

También puedes buscar un intercambio de conversación en tu zona o por Internet. La diáspora china es abundante y está muy extendida, así que quizá encuentres alguien en tu vecindario dispuesto a intercambiar media hora de conversación en chino por media hora de conversación en otro idioma. Aprender a hablar chino es un objetivo complejo y de largo plazo, pero si no lo pierdes de vista, también acaba siendo de lo más gratificante.