Los orígenes de la Pascua y otros misterios
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¿Pascua? ¿Qué tipo de nombre es este? ¿Conejos? ¿Por qué conejos? ¿Por qué los huevos teñidos de colores? Simplemente hay muchas cosas sin explicar sobre las celebraciones alrededor de Pascua. Así que, al igual que las criaturas excavadoras y curiosas que se han convertido en el símbolo de la Pascua en el mundo occidental, vamos a saltar, saltar y caer por la madriguera del conejo del descubrimiento para revelar los antiguos misterios detrás de esta peculiar festividad.
Los orígenes de la Pascua
Quizás, el tiempo más importante en el calendario cristiano es Pascua, conocido por casi todo el mundo como la festividad que celebra la resurrección de Jesús. La Cuaresma que es el periodo de 40 días previo Domingo de Pascua, un tiempo de autorreflexión que se supone debe reflejar el tiempo que Jesús paso en el desierto.
En la Biblia hebrea, los judíos se refieren al tiempo alrededor de la Pascua como Passover, que representa la liberación de los judíos de la esclavitud en Egipto.
Pero profundiza un poco más, y parece que la celebración original de esta época del año se remonta aún más atrás que las religiones modernas. La fecha de la Pascua cae en un momento clave del calendario solar - el equinoccio de primavera, cuando finalmente hay periodos iguales de luz y oscuridad. En el hemisferio norte, la llegada de la primavera es un tiempo de celebraciones alegres.
Se ha hipotetizado que las celebraciones originales de primavera comenzaron como un antiguo festival espiritual en honor a los ciclos de la tierra y la luna, así como al surgimiento de las primeras cosechas y flores del año desde las profundidades del invierno. Ciertamente hay algo místico y virtuoso sobre las conexiones de Pascua y el sistema solar, y el florecimiento de la vida en nuestro planeta, ¿no crees?
¿De dónde proviene el nombre?
Eostre, una diosa precristiana de la primavera y la fertilidad fue la inspiración para el nombre tal como lo conocemos hoy. El Venerable Beda, un monje muy antiguo con una larga barba blanca, apodado “El Padre de la Historia Inglesa,” escribió sobre ella hace más de 1,300 años. Estás imaginando al Profesor Dumbledore ahora mismo, ¿verdad?
El conejo de Pascua parece algo aleatorio. ¿De qué va eso?
El conejo y la liebre, parece que provienen de un ritual pagano. Se sabía que eran particularmente fértiles, por lo que se asociaron con la Pascua como un símbolo de renacimiento. En el folclore alemán, el conejo estaba relacionado con la idea cristiana de la Pascua sobre la vida eterna porque nacían con los ojos abiertos, y por eso la gente creía que siempre habían estado “despiertos.”
Esta tradición del conejo fue traída a Estados Unidos por colonos alemanes que llegaron a Pensilvania en el siglo XVIII.
Entonces, por supuesto, el conejo de chocolate se volvió popular. ¡Hoy, se producen más de 90 millones de esos pequeños animalitos de chocolate en Estados Unidos cada año!
¿Por qué huevos?
Vamos a darle a nuestro cerebro un poco de egg-ercise (huevo-ejercicio) y descubrir cuál es la obsesión con esos pequeños objetos ovalados.
Como el conejo de Pascua, los huevos representan la nueva vida. De hecho, el huevo ha sido incluso un símbolo del misterio de la vida misma. Fue el centro de debates filosóficos desde tiempos del legendario erudito Plutarco, quien dijo famosamente: “¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?
La pintura de huevos forma parte de la celebración de este concepto de nueva vida, y de nuevo, es anterior al cristianismo. La tradición de decorar huevos es parte de “Nowruz”, el antiguo festival persa del año nuevo.
Avancemos unos años, y, desde las fábricas industriales de Gran Bretaña, aparece el huevo de Pascua de chocolate en 1873. Desde entonces, la gente se ha vuelto un poco loca en busca de la gloria llena de chocolate. En 2011, se fabricó en Italia el huevo de Pascua de chocolate más alto del mundo. Con 7,200 kg, pesaba más que un elefante y medía unos asombrosos 10,39 metros de altura.
Aquí te dejo, con la idea de comerte una monstruosa construcción ovalada de delicioso chocolate. ¡Disfruta!