Sacyr, S.A es una de las mayores empresas constructoras de España y del mundo ya que cuenta con la presencia de filiales en más de treinta países, repartidos en los cinco continentes. En el panorama incierto en que nos encontramos, la empresa Sacyr pone en marcha varias iniciativas dirigidas a los empleados, para que todos estén actualizados ante el reto tecnológico en el que nos encontramos provocado por la situación pandemiológica en el país y en el mundo entero.
Hablamos con Raquel Estrella, directora de RRHH, talento y diversidad en Sacyr. Entre muchas de sus funciones destaca la de buscar y adquirir talento y reclutar a los mejores, en un mundo globalizado a través de medios de reclutamiento online y tradicionales en todo el mundo. Otra de sus funciones es la de crear nuevos planes de marca del empleador. Actualmente Raquel está liderando la negociación de planes de igualdad en Sacyr Servicios, así como también llevando a cabo un Plan Global de Diversidad.
¿Qué lecciones hemos aprendido de esta situación sin precedentes?
El COVID-19 ha generado una situación de triple crisis a nivel mundial: sanitaria, económica y política. En esta nueva situación generada, muchos se han percatado de que vivimos en un mundo interconectado, donde los problemas originados en ubicaciones concretas, se convierten en breve plazo, en problemas mundiales. Estamos viendo, como a todos los niveles, la globalización no conoce fronteras.
Yo creo que uno de los aprendizajes que trae consigo esta nueva normalidad es que, cada vez más, las soluciones tienen que ser colectivas, no individuales, por lo que la actitud que debemos mostrar, ahora más que nunca ha de ser: positiva, colaborativa y solidaria.
Los tiempos de crisis son esenciales para aprender nuevas formas de organizarnos y para replantearnos como sociedad hacia dónde queremos ir. Muchas decisiones que se tomen hoy tendrán un profundo impacto sobre el mundo de mañana, el que nos espera tras el confinamiento.
España es el tercer país de la OCDE con menor ocupación antes de los 25 años, ¿a qué se debe la tardía incorporación laboral de los jóvenes españoles?
Yo creo que esto se debe, principalmente, al sistema educativo que tenemos en España: el Plan Bolonia obliga a estudiar un Máster, en muchas ocasiones de 2 años, tras haber finalizado el grado. Esto atrasa la fecha de incorporación al mercado laboral de cualquier universitario/a que quiera obtener la educación superior. Por ejemplo, una persona que estudia el doble grado de ADE y Derecho, tiene que invertir 5 años como mínimo en el estudio del grado, suponiendo que vaya a curso por año, además si luego quiere colegiarse como abogado/a ha de cursar el Máster que es de al menos 1 año, si se trata del Máster de Abogacía.
La necesidad de cursar un Máster para que la titulación sea homologada como superior, provoca que, aproximadamente, el momento en el que entran en el mercado los jóvenes que han completado la educación superior sea a los 23/24 años como mínimo. Como consecuencia, hasta los 25 años, todavía no han encontrado su primer empleo.
¿Disponen las empresas de las herramientas necesarias para cerrar la brecha de competencias digitales al ritmo al que se demandan trabajadores con competencias tecnológicas?
Creo que no se puede generalizar al responder a esta pregunta. Lo que sí que puedo decir es que aquellas empresas que no sean capaces de minimizar esta brecha digital quedarán en segunda fila con respecto a aquellas más avanzadas en esta cuestión.
Se está haciendo un gran esfuerzo para afrontar la transformación digital en Sacyr poniendo especial atención en no dejar atrás a nadie en este constante proceso de cambio y actualización ante este reto tecnológico.